El yurupary Danza se usan para transmitir el conocimiento, son nuestra herramienta para sanar, comunicar y compartir los diferentes pensamientos y culturas. Con ellas enseñamos las estrategias para conocer al otro con tolerancia, sin herir su cultura y buscando con equidad el intercambio de conocimientos. Nuestra palabra y nuestra danza, enseñan a equilibrar y compartir lo cotidiano, expresando que la diferencia no nos debe separar y que debemos unirnos para tener un mejor camino.
El pensamiento TUBÚ Hummurimasa está propuesto para sanar, invitando a humanidad que tomen conciencia sobre la importancia y el valor del trabajo colectivo. En nuestro mundo, la palabra y la danza se usan para transmitir el conocimiento, son nuestra herramienta para sanar, comunicar y compartir los diferentes pensamientos y culturas. Con ellas enseñamos las estrategias para conocer al otro con tolerancia, sin herir su cultura y buscando con equidad el intercambio de conocimientos. Nuestra palabra y nuestra danza, enseñan a equilibrar y compartir lo cotidiano, expresando que la diferencia no nos debe separar y que debemos unirnos para tejer un mejor camino.
El sentido de las danzas y las historias es mantener la comunidad “sana” frente a la diferencia. Para ello se hace el Suary en la Maloca del jardin Botanico como una forma de reunir la comunidad para tejer y pintar caminos, cruzados y compartidos desde lo pequeño, desde las diferencias en lo cotidiano, como una alternativa para derribar las barreras que separan y clasifican humanos De esta manera, las Danzas e Historias se hacen cotidianas y presentes, no como una leyenda no un mito, sino como reales y verídicas. Es decir que la nación Tubú nunca ha tenido mitos ni leyendas, sólo historias de sanación complejizadas en la danza. Por eso “La danza enseña de manera global a todo el mundo. La danza es la cumbre del conocimiento, el que danza tiene el mayor conocimiento. El mayor conocimiento se da frente a los demás, la danza es la puerta al conocimiento ancestral, una puerta abierta a todos aquellos que quieran acceder a él”. Por cosas de la vida, parte de la familia Tubú, junto con el mayor danzante, la abuela y gran parte de los hijos, se establecieron en el barrio Paraíso, de la localidad de Ciudad Bolívar. Después de más de tres años la comunidad Tubú siente la necesidad de irradiar su conocimiento en la Maloca del Jardín Botánico, ya que en distintos espacios metropolitanos lo han hecho; además porque ve que cada día la ciudad es presa de las pandillas, el robo, el consumo de sustancias psicoactivas y un sinnúmero de problemas asociados con la inequidad social. Fruto de este escenario, la comunidad Tubú, referente para muchos grupos y personas urbanas, siente la necesidad de despertar por medio de los sonidos de las danzas. En todo el proceso intercultural, la nación TUBÚ HUMMURIMASA quiere compartir herramientas ancestrales que han permitido en la historia humana mantener el fuego vivo de la colectividad como respuesta a un pensamiento que insiste en el individualismo como modelo de desarrollo. Las Danzas y toda la complejidad y sencillez que la acompañan, hacen parte del patrimonio cultural de la ciudad, contribuye a generar otras maneras de relación desde la diferencia y la igualdad y permiten trazar “nuevos caminos” en pos del sueño de una humanidad dueña de un territorio, un pensamiento y una opción. Los guardianes de Bacata piden a gritos alimento, cantos, danzas, palabra e historia de sanación.
El yurupary
ResponderEliminarDanza se usan para transmitir el conocimiento, son nuestra herramienta para sanar, comunicar y compartir los diferentes pensamientos y culturas. Con ellas enseñamos las estrategias para conocer al otro con tolerancia, sin herir su cultura y buscando con equidad el intercambio de conocimientos.
Nuestra palabra y nuestra danza, enseñan a equilibrar y compartir lo cotidiano, expresando que la diferencia no nos debe separar y que debemos unirnos para tener un mejor camino.
El pensamiento TUBÚ Hummurimasa está propuesto para sanar, invitando a humanidad que tomen conciencia sobre la importancia y el valor del trabajo colectivo. En nuestro mundo, la palabra y la danza se usan para transmitir el conocimiento, son nuestra herramienta para sanar, comunicar y compartir los diferentes pensamientos y culturas. Con ellas enseñamos las estrategias para conocer al otro con tolerancia, sin herir su cultura y buscando con equidad el intercambio de conocimientos.
ResponderEliminarNuestra palabra y nuestra danza, enseñan a equilibrar y compartir lo cotidiano, expresando que la diferencia no nos debe separar y que debemos unirnos para tejer un mejor camino.
para todos los que quieran escuchar mi primera misa sigan este enlace
Eliminarhttp://podcast616977402.podomatic.com/entry/2012-04-20T18_31_47-07_00
El sentido de las danzas y las historias es mantener la comunidad “sana” frente a la diferencia. Para ello se hace el Suary en la Maloca del jardin Botanico como una forma de reunir la comunidad para tejer y pintar caminos, cruzados y compartidos desde lo pequeño, desde las diferencias en lo cotidiano, como una alternativa para derribar las barreras que separan y clasifican humanos
ResponderEliminarDe esta manera, las Danzas e Historias se hacen cotidianas y presentes, no como una leyenda no un mito, sino como reales y verídicas. Es decir que la nación Tubú nunca ha tenido mitos ni leyendas, sólo historias de sanación complejizadas en la danza.
Por eso “La danza enseña de manera global a todo el mundo. La danza es la cumbre del conocimiento, el que danza tiene el mayor conocimiento. El mayor conocimiento se da frente a los demás, la danza es la puerta al conocimiento ancestral, una puerta abierta a todos aquellos que quieran acceder a él”.
Por cosas de la vida, parte de la familia Tubú, junto con el mayor danzante, la abuela y gran parte de los hijos, se establecieron en el barrio Paraíso, de la localidad de Ciudad Bolívar. Después de más de tres años la comunidad Tubú siente la necesidad de irradiar su conocimiento en la Maloca del Jardín Botánico, ya que en distintos espacios metropolitanos lo han hecho; además porque ve que cada día la ciudad es presa de las pandillas, el robo, el consumo de sustancias psicoactivas y un sinnúmero de problemas asociados con la inequidad social.
Fruto de este escenario, la comunidad Tubú, referente para muchos grupos y personas urbanas, siente la necesidad de despertar por medio de los sonidos de las danzas.
En todo el proceso intercultural, la nación TUBÚ HUMMURIMASA quiere compartir herramientas ancestrales que han permitido en la historia humana mantener el fuego vivo de la colectividad como respuesta a un pensamiento que insiste en el individualismo como modelo de desarrollo.
Las Danzas y toda la complejidad y sencillez que la acompañan, hacen parte del patrimonio cultural de la ciudad, contribuye a generar otras maneras de relación desde la diferencia y la igualdad y permiten trazar “nuevos caminos” en pos del sueño de una humanidad dueña de un territorio, un pensamiento y una opción.
Los guardianes de Bacata piden a gritos alimento, cantos, danzas, palabra e historia de sanación.
Gracias Imika por esas enseñanzas Tan útiles en esta era de intolerancia.
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